Carta de Elisabeth d'Ornano
Palabras sobre la educación
Me alegra saludaros de nuevo y abordar un tema tan importante en relación con los niños como es la educación. En nuestra opinión la educación debe respetar al niño en su globalidad, con sus talentos y sus dificultades, y al mismo tiempo, dar respuesta a sus necesidades. Los niños representan el futuro: dejemos que cada niño madure a su ritmo, dejemos de anticiparnos a sus deseos para que puedan preguntar. Dejemos que jueguen, que tengan el tiempo de aburrirse para así, poder crear el mundo que necesitan. Deseamos una educación que no esté basada en el miedo al fracaso sino en el entusiasmo por aprender, en la complementariedad y en la solidaridad.
La Asociación surgió en mayo del año pasado con el principal objetivo de ayudar a los niños hiperactivos con déficit de atención. Estos niños presentan mayores dificultades que la mayoría para sacar adelante sus estudios, más obstáculos que las personas típicas, pero esto no quiere decir que sean menos capaces. Muchas personas que ahora consideramos genios tuvieron problemas de aprendizaje porque a lo mejor funcionaban de una manera distinta al resto y necesitaban otro tipo de educación. Nuestro cerebro es muy complejo y no estamos todos cortados por el mismo patrón. No deberíamos limitar a un niño con TDHA pensando que no va a ser capaz, porque valorándole es como él sentirá que puede llegar a cumplir sus sueños. En vez de percibir al niño únicamente por ser agitado, por lo que se mueve, por su impulsividad, por tocarlo todo y por unas ganas increíbles de desfogarse, le podremos ayudar reconociendo que este comportamiento puede esconder a un niño hipersensible e imaginativo, lleno de energía vital, inventivo, muy exigente hacia sí mismo y los demás, y que sufre intensamente de la frustración de no poder realizar sus sueños enseguida. Este niño, como todos, tiene una necesidad increíble de ser querido, de sentirse arropado y dentro de lo posible, de estabilidad.
Tanto en la página web como en cada actividad que organizamos nos interesa especialmente transmitir que es mucho lo que se puede hacer por estos niños desde la familia y desde el ámbito escolar. En esta página web podréis encontrar una guía para padres y profesores centrada en cómo se les puede ayuda. Los niños con TDHA se beneficiaran de instrucciones simples y claras y un ambiente que transmita seguridad, firmeza y coherencia. Escucharles con paciencia y comprensión, con un verdadero interés por sus actividades, les ayudará a confiar en su potencial creativo para que éste se pueda manifestar. El niño tiene que entender que hay ciertas dificultades que se salen de su control pero que podrá superar con ayuda especial y que, sin embargo, él puede que tenga más facilidad para otras cosas. Tener muy presente lo que hacen bien, se hace a veces cuesta arriba cuando hay dificultades, pero es esencial para un crecimiento satisfactorio. Cuando se siente la necesidad, es útil aceptar un acompañamiento psicoterapéutico para que toda la familia viva mejor y poder ayudar al niño a integrarse en el colegio. Cuando unos padres dedican tiempo y esfuerzo a su hijo y le hacen sentirse valorado, respetado y querido en todo momento, a pesar de sus pequeñas dificultades, éste tendrá más ganas de agradar, tendrá la motivación para esforzarse, intentando no defraudar a los que le apoyan porque ese apoyo y cariño incondicional es lo que en el fondo sabe que le hace feliz.
En este contexto, consideramos necesaria una educación menos rígida que la que estamos acostumbrados a recibir en nuestro medio, una que permita a los niños aprender lo que necesitan para vivir mejor y desarrollar aquellas facetas de sí mismos en las que destacan. Hay que intentar conseguir un equilibrio entre el apoyo a las tareas del colegio, el deporte y cualquier otra habilidad que puedan desarrollar valorando la apertura a los conocimientos abstractos a través del desarrollo de su creatividad, como puede ser por ejemplo la inteligencia de las manos que conecta la persona a la naturaleza que nos sostiene, nos da vida, nos sensibiliza a la belleza y a la responsabilidad que tenemos hacia la vida. A través de querer trabajar la arcilla mi hijo encontró un verdadero talento artístico que le aporta felicidad y muchas satisfacciones. Muchos de estos niños, como tantos otros, tienen aspectos de la inteligencia especialmente desarrollados que les permiten ser buenos en distintas áreas como los deportes, la música, la pintura, el cine…e incluso la política o las relaciones sociales. Hay que tener en cuenta que los trabajos en la sociedad actual están en constante evolución y que hay cada vez mas demanda de gente creativa, inventora, con visión global y con un elemento de “voluntad” la voluntad de emprender. La falta de apoyo de su entorno nos habría privado de personajes que no eran muy brillantes académicamente pero sí resultaron ser maravillosos en diferentes ámbitos, personajes a los que ahora valoramos o veneramos.
En un mundo en el que el principal objetivo es el de equiparar los derechos y oportunidades de todos, la educación debería ser uno de los derechos más flexibles y adaptables a la diversidad. En el Estado Español la ley permite adaptar el plan educativo a las características del alumno (la normativa al respecto está colgada en esta página web para poder consultarla.) El caso de los niños con TDHA es un claro ejemplo de situaciones en las que habría que aplicar esta legislación. Evaluar al niño en base a su nivel de conocimiento y capacidades reales, con creatividad y flexibilidad para evaluar esos conocimientos, puede tener una influencia crucial en el desarrollo de una persona que está empezando su camino. Es importante que el niño pueda demostrar de lo que es capaz, para que se sienta motivado a aprender, para llegar a sentirse realizado y no esté en cambio inclinado a abandonar los estudios. También me gustaría añadir que estamos saturados de correos electrónicos de padres desesperados con la cantidad de tareas que los niños llevan a casa y que suponen horas de desesperación y frustración para todos por el tiempo desaprovechado de vida familiar y por la incapacidad de pagar el elevado coste de clases de apoyo para mantener al niño a flote en el sistema. Los padres no saben qué hacer y nosotros no sabemos como ayudarles, aparte de transmitirles este mensaje.
Los conocimientos que de joven se van adquiriendo deben llevar a los niños hacia la comprensión del sentido de la vida, porque lo esencial es vivir y no ser profesor, ingeniero o economista, y para vivir, para afrontar lo que va surgiendo en la vida es importante reforzar el carácter para que ellos puedan estar a la altura de las responsabilidades que sus diplomas les permitan asumir, porque según el carácter y sus valores podrán construir o destruir. Educamos, a veces sin darnos cuenta, sólo para el éxito y sin querer alejamos a los niños de la realidad desviándoles a veces de su camino en la vida. La educación tiene como misión la de estimular la inteligencia y generar duda en los niños, para que ellos mismos sean capaces de crear soluciones y pensar por sí solos. Para ello, a través del diálogo y la interacción se puede conseguir que depositen su confianza en nosotros sus educadores, padres o profesores, y desde ahí podremos hacer también una educación emocional. Es importante para eso que seamos humildes, autocríticos, y reconozcamos nuestros defectos, así ellos se atreverán también a reconocer y aceptar los suyos. Tan importante como reconocer los defectos de uno mismo intentando progresar, es descubrir y fomentar el talento de cada persona, ayudando al niño a encontrarlo. El talento se desarrolla junto con nosotros y por ende, lo consideramos tan natural que muchas veces no le damos la importancia que tiene. Para los niños que tienen dificultades, poder desarrollar al máximo sus mejores capacidades, les aportará la autoestima que necesitan, permitiéndoles destacar en algo y estar más cerca de llegar a encontrar su vocación. No es tener facilidad para todo lo que garantiza el éxito, lo importante es llegar a un equilibrio que haga que uno sea feliz.
Me gustaría para concluir reiterar la necesidad de flexibilizar más la educación para dar cabida a todo tipo de personas, no solamente valorando y formando la parte más racional y más académica, sino formando a la persona de forma global. Hay niños con mucho potencial que funcionan con una inteligencia emocional, de forma intuitiva o haciendo uso de su creatividad. Necesitan aprender a manejar sus emociones para entender y poder procesarlas correctamente y esto se podría enseñar en el colegio. Estos mismos niños pueden acabar teniendo trabajos de empresarios, banqueros, abogados, políticos o médicos pero al haber desarrollado sus cualidades tendrán otro motor que los dirige, tendrán una faceta más creativa y emocional que les ayudará a dirigir equipos, serán más innovadores y más humanos, serán mas completos sabiendo aplicar su inteligencia personal. Sentirse vivo es sentirse capaz y con ganas de participar en la creación de nuestro futuro y cuando uno es consciente que con su actividad puede estar participando en esta creación, con cualquier actividad por sencilla que sea pero vivida intensamente y con alegría, uno está contribuyendo a crear un mundo mejor. Educar es algo más que enseñar, es ayudar a la persona a realizarse íntegramente. Entendida así la educación, un pueblo con un alto nivel educativo será un pueblo libre, solidario, respetuoso con otras ideas…. Cuando valoras el potencial de un niño le estás enseñando a valorarse. Sencillamente crecer queriéndose a uno mismo es fundamental, Conseguir esto es conseguir mucho.
Quiero despedirme con la palabra “namasté¨. Ser educador, sobre todo ser padre, es el trabajo más noble y el que más servicio presta a nuestra sociedad. Gandhi usaba mucho esta palabra al saludar y me encanta decirla porque al decirla con conciencia de su significado, uno reconoce la singularidad de la persona a la que habla, valorando lo que hace mejor, apreciando sus dones naturales en un mundo masificado en el que se nos exige de forma sistemática la uniformidad, y donde es fácil olvidar que cada uno de nosotros es único.
Elisabeth d´Ornano