Pautas generales para el manejo cotidiano del tdah en los centros de acogimiento residencial
Los centros de menores tienen como objetivo general acoger a menores tutelados por situaciones de desamparo o riesgo social y ofrecerles
un entorno saludable, positivo y “acogedor” en el que estos niños y niñas puedan desarrollarse de forma adecuada con la ayuda de
agentes educativos preparados y con la formación adecuada para atender las necesidades físicas, emocionales, cognitivas, educativas
y sociales que requieren.
Muchos de los niños y niñas que son acogidos presentan unas necesidades
afectivas importantes, ya que han vivido situaciones de rechazo y
hostilidad por parte de sus familiares, lo que ha podido generar en
ellos sentimientos de inseguridad, baja autoestima y reacciones de
desconfianza hacia sus cuidadores y el entorno en general.
Es por ello que los educadores y equipos terapéuticos que intervienen
desde los centros de acogida en los que residen estos menores son
fundamentales a la hora de facilitar experiencias satisfactorias de
relación que les permitan recuperar la confianza y la seguridad en
sí mismos, ayudándoles a creer en sus posibilidades y a formarse
como personas. Esta labor de “educar para la vida” es
fundamental y requiere del establecimiento de relaciones de
confianza, mediante una actitud de escucha, aceptación, comprensión,
permanencia, estabilidad y coherencia a la hora de establecer normas,
límites y ponerlos en práctica.
La labor educativa no es fácil y es normal que en ocasiones surjan
dudas sobre lo apropiado o no de nuestras intervenciones, pero es
fundamental reflexionar sobre las mismas y confiar en las propias
capacidades y la de los niños que atendemos. Para ello es
importante CONOCER, COMPRENDER Y SABER, con quiénes trabajamos y qué
necesitan, también QUERER actuar como facilitadores de experiencias
de aprendizaje positivo y como modelos saludables y constructivos
mediante una actitud adecuada, aportando afecto, y enseñando
mediante normas claras, sencillas, concretas, cómo comportarse y
relacionarse bien. Y PODER hacerlo en un contexto social y en un
marco institucional que respalde y apoye nuestras intervenciones
educativas.
En el presente artículo se presentan pautas generales a la hora de
manejar situaciones cotidianas con niños y niñas que presentan un
trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y que se
encuentran residiendo en un centro de menores.