Artículos: Articulos Asociación
Curso para Padres: “TDAH y Adolescencia”
Fuente: Asociación Elisabeth d'Ornano / Fecha: 27 de octubre de 2011 / Categoría: Articulos Asociación
Salón de Actos – Fundación ONCE – 27 de octubre de 2011
Introducimos con esta Jornada un tema de especial interés para la Asociación Elisabeth d´Ornano, la Educación Emocional, como siempre intentando ver además las implicaciones del tema que tocamos con la problemática de las personas con TDAH.
La Presidenta de la Asociación, Elisabeth d´Ornano, abrió la Jornada con un discurso introductorio donde enfatizó algunas de las contiendas más importantes a que se enfrentan los adolescentes y remarcó el papel de los padres en esta etapa.
El marco de esta Jornada era el desarrollo emocional en la adolescencia. Los adolescentes se enfrentan con la difícil tarea de integrar toda su maduración emocional y cognitiva para culminar en el desarrollo de una identidad única que va a emerger de cómo sintetice su pasado, con sus nuevas capacidades, la mirada de los otros (en esta etapa más del mundo externo que de sus propios padres) y la propia opinión que se vaya creando sobre la vida y sobre sí mismo. Como la Presidenta señaló, es una etapa no exenta de dudas, sobre sus capacidades, su energía, su atractivo, en que permanentemente el adolescente se comparará con los demás y medirá cuanto le quieren, le aceptan y le valoran. Desde la experiencia personal de lidiar con dos hijos adolescentes, desde el conocimiento de causa más directo posible, Elisabeth animó a los padres a intentar mantener una relación positiva con ellos, mantener abiertas las vías de comunicación, asumir los riesgos y peligros derivados de las posibles pérdidas de control, en parte explicables por la necesidad de reconocimiento social que puede hacer que arriesguen más de la cuenta. Enfatizó el importante rol que juegan los padres en la adolescencia, a una distancia mayor que en el niño pequeño, renunciando a querer controlar pero ayudando al desarrollo de la autonomía y el carácter ejemplificando desde la paciencia, tranquilidad y coherencia. Señaló la importancia del aprendizaje a través del contacto humano directo, en un mundo dominado por las redes sociales, y la necesidad de no perder de vista educar para el equilibrio. Recordó la recomendación de Howard Gardner, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, de averiguar las pasiones de los hijos para potenciar su inteligencia. Finalmente, hizo una llamada a mirarse hacia dentro como personas al ejercer el papel de padres, intentando averiguar qué trabas, prejuicios o experiencias personales pueden condicionar las dificultades a la hora de acompañar a los hijos a través de la difícil etapa adolescente.
La Presidenta de la Asociación, Elisabeth d´Ornano, abrió la Jornada con un discurso introductorio donde enfatizó algunas de las contiendas más importantes a que se enfrentan los adolescentes y remarcó el papel de los padres en esta etapa.
Mara Parellada revisó aspectos generales sobre la adolescencia intentando integrar cuestiones relacionadas con el desarrollo biológico y el desarrollo psicológico, dentro de un contexto social. Procuró que el público empatizara con los grandísimos cambios a los que se enfrenta el adolescente en su cuerpo y en su mente, que implica una reorganización de cómo se ven a sí mismos y como ven el mundo, como se ven influenciados por el entorno social y como se proyectan a sí mismos hacia el futuro.
Introdujo el concepto de plasticidad cerebral en el contexto de un cerebro en desarrollo y aportó evidencia de que el cerebro, pese a que se desarrolla y madura en las primeras dos décadas de la vida de manera fundamental, tiene durante la adolescencia y vida adulta joven un buen margen para la modificación en función de experiencias vividas. Introdujo finalmente el concepto de las inteligencias múltiples tal y como lo entiende Gardner, para iniciar a la audiencia en una visión de la inteligencia más global, diversa y con más caras de las que la educación y la psicología tradicionales consideran.
Miguel Moreno abordó el problema que los hermanos pueden tener que afrontar al convivir con un niño con TDAH. La convivencia con un niño con TDAH es una lucha por la atención de los padres, por el orden, la organización, el respeto a la privacidad, de una manera en igual forma que la convivencia con otros hermanos, pero con mucha más intensidad. A veces los vínculos fraternales se pueden ver amenazados por los comportamientos de los chicos con TDAH, pero las dificultades son también siempre una oportunidad para el desarrollo de aptitudes como la ayuda, la solidaridad, la responsabilidad, y la autonomía. Para los padres es también un reto, y se ven con frecuencia confrontados por los hermanos que reclaman su espacio de atención y oportunidades de desarrollo. Los padres no pueden llegar a todo; es importante que no descuiden las necesidades básicas de sus hijos aparentemente menos problemáticos (necesidades de comida, sueño y calor/contacto). Más allá de eso, el hermano del niño con TDAH tendrá que contar con ello como con cualquier otra contingencia de su vida, con sus oportunidades y sus retos. La resolución de los problemas de un miembro de la familia como problemas de la familia completa, una actitud positiva y realista, una focalización en el aquí y ahora pueden ser esenciales para sobrevivir con éxito a dificultades como las que nos ocupan.
Para finalizar, Fátima Sánchez, directora de los programas educativos de la Fundación Botín, explicó los proyectos de la fundación para incorporar aspectos de educación emocional en el currículo explícito de las escuelas. Señaló la importancia para el desarrollo de la persona de aprender y practicar de forma abierta el lenguaje de las emociones, el conocimiento de los propios estados emocionales y la resolución de conflictos desde la comunicación. Señaló asimismo la importancia de vivir experiencias emocionales, creativas, en el entorno académico, que los niños y adolescentes estén expuestos a momentos musicales, plásticos, a la improvisación de respuestas como acicate de la creatividad, a la participación. Explicó además la experiencia de un estudio de entrenamiento a los profesores en educación emocional puesto en marcha en escuelas de Cantabria. Informó de los resultados de este estudio, en que los adolescentes expuestos a profesores entrenados en educación emocional tenían mas seguridad, mejores resultados académicos y mayor capacidad de entender y explicar los conflictos en términos emocionales.
La Jornada fue un éxito de asistencia y se generó un ambiente emocional en que los padres se vieron al final abocados a compartir experiencias tanto de frustración, desesperación y desesperanza como de optimismo, realización y alegría. Esperemos que la Jornada haya contribuido a que aquellos con más dificultades hayan visto algo de esperanza.