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Un estudio muestra que los pequeños que no leen durante las vacaciones de verano se resienten al volver a clase
Fuente: El Mundo / Fecha: 16 de agosto de 2010 / Categoría: Desarrollo
Muchos niños y adolescentes, en particular aquellos de familias de bajos ingresos, leen poco -si no nada- durante las vacaciones de verano. Respecto a ello, una nueva investigación ofrece una simple y económica solución para invertir la estadística de lectura durante las vacaciones. Tras un estudio de tres años, expertos de la Universidad de Tennessee (EEUU) se dieron cuenta de que si se les facilitaba a niños de bajos ingresos un acceso a libros en ferias, con permiso para escoger los que más les interesaran, se les atraía a la lectura y se conseguía que en sus ratos libres dirigieran la vista hacia los libros.
Este trabajo, que será publicado en la revista 'Reading Psicology', consistió en realizar un seguimiento de los hábitos de lectura, y tomó como prueba a más de 1.300 niños de Florida de 17 colegios de ingresos medios-bajos. Con el objetivo de estudiar cómo afectaría al rendimiento en la escuela una vez terminadas las vacaciones, se seleccionó a alumnos de primer y segundo grado (3º y 4º de la ESO en España) para asistir a una feria del libro durante las vacaciones, donde se les permitió hojear 600 libros, de temática my variada. Asimismo, se les ofreció la opción de realizar actividades libres y rompecabezas.
Se pudo comprobar, teniendo en cuenta los resultados, la importancia de facilitar los libros a los alumnos gratuitamente, y el hecho de que fueran los propios niños quienes seleccionaban la temática de los libros a leer, pues estos sacaban mejores notas que los que habían realizado actividades de otro estilo. Ana McGill-Franzen, profesora y directora del centro de lectura de la Universidad de Tennessee y una de las autoras del estudio, indicó que "la mayoría de estos pequeños no suele leer durante el verano, pero la oportunidad de seleccionar sus propios libros les motiva".
"Los profesores y padres de clase media valoran las preferencias de niños, pero pienso que tenemos que rendirnos y no ser tan tensos sobre sus opciones", añade McGill-Franzen. Además, es necesario que los niños lleguen a pensar que la lectura es un momento de disfrute, y que dejen de asociarla a la escuela, viéndola así como algo positivo.