Artículos: Complicaciones
La apatía y falta de interés persisten en los adolescentes y adultos con trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Fuente: Journal of Attention Disorders / Fecha: 6 de abril de 2010 / Categoría: Complicaciones
AUTORES: Fernando Torrente, Alicia Lischinsky, Teresa Torralva, Pablo López, María Roca, and Facundo Manes.
RESUMEN:
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) suele identificarse con los chicos inquietos pero un reciente trabajo publicado en la revista “Journal of Attention Disorders” ilumina una cara menos conocida del mismo problema cuando persiste en la adolescencia o en la adultez: la apatía o la falta de motivación.
"Cuando los chicos crecen, muchas veces desaparece un síntoma que es el que más «ruido» hace en la infancia: la hiperactividad, la conducta agitada, que lo hace muy visible", explica el doctor Fernando Torrente, jefe de terapia cognitiva del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), primer autor del trabajo.
"Pero la desatención y la impulsividad y otras conductas más sutiles, como cambios repentinos de plan, desorganización del pensamiento en el momento de ejecutar acciones cognitivas y motoras continúan. Lo que nosotros planteamos es que hay más que esos aspectos: el TDAH también puede presentarse con falta de motivación. Tanto déficit de motivación intrínseca, que es la generación interna de interés en la búsqueda de una meta, como extrínseca, que es la capacidad de realizar esfuerzos para un logro posterior, a largo plazo. Y eso tiene un enorme impacto en el área educativa y laboral."
Los científicos estudiaron con toda una batería de tests neuropsicológicos a 38 pacientes con TDAH y los compararon con 30 individuos de control. Entre los primeros, observaron un importante nivel de apatía. Este efecto fue aún más notorio en un subtipo del trastorno denominado "puramente inatento", que no presenta hiperactividad, y estos valores se relacionaron a su vez con un funcionamiento intelectual más pobre y déficits cognitivos más acentuados.
"Este trastorno presenta una gran paradoja clínica, explica el doctor Facundo Manes, director de Ineco y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, además de coautor del trabajo: si bien es el problema más comúnmente diagnosticado en la infancia; en la adolescencia y en la adultez, ocurre exactamente lo contrario, suele pasar desapercibido. Sin embargo, existen estudios confiables que muestran que más de la mitad de las personas diagnosticadas de manera certera en la infancia siguen presentándolo en la adultez."
El dato no es menor, porque entre quienes lo padecen en la adolescencia y en la adultez se asocia con enormes problemas en el rendimiento académico y laboral. Por el contrario, cuando se realiza un correcto diagnóstico y se ofrece un tratamiento adecuado, las posibilidades de mejorar el funcionamiento de estas personas se amplían notablemente, según explica el especialista.
"Además de sus implicancias conceptuales, este trabajo es alentador en el aspecto terapéutico, coincide Manes. Si la motivación está involucrada en parte de las dificultades atribuibles a este trastorno, la posibilidad de mejorar el rendimiento aumentando la motivación se convierte en una hipótesis plausible. Dado que desde el punto de vista psicológico y social la motivación depende de la sumatoria de aprendizajes exitosos a lo largo de la vida y de la influencia del entorno, estos resultados sugieren que los tratamientos psicológicos de tipo cognitivo-conductual utilizados para estas dificultades también pueden ser útiles para aumentar la motivación en estos pacientes a lo largo del tiempo."