Salón de Actos - Fundación ONCE, Madrid- 23 de noviembre de 2011

Elisabeth d´Ornano, Presidenta de la Asociación, introdujo la misma dando la bienvenida a todos los asistentes, profesores que llenaron la sala que la Fundación ONCE generosamente había cedido para este curso. Explicó el objetivo de este curso como una continuidad de la tarea iniciada el año anterior por la Asociación sobre el desarrollo emocional. Este año, con este curso, se trataba de enfatizar la importancia de la escuela y los profesores en la educación integral, emocional, de la persona. Situó al niño atravesando la etapa de cambio que supone la preadolescencia y la adolescencia. Esa etapa en que aún hay muchos aspectos inmaduros pero se empieza a tener una autonomía que empuja al niño fuera del ámbito familiar. Es una etapa de inseguridad, de necesidad de autonomía, de dependencia de los iguales y su valoración para ir conformando una identidad y autoconceptos propios. Tener un problema como un TDAH complica aún más la tarea, por su impulsividad, su dificultad con los límites, su posible baja autoestima…En esta etapa empieza a ser muy necesario que el niño entienda su propio funcionamiento, sus emociones, sus relaciones, y en eso padres y educadores pueden tener un papel primordial. Elisabeth reconoció la dificultad de la tarea, la falta de tiempo de los padres, los intentos de los adolescentes de oponerse a la ayuda brindada, las exigencias académicas como un obstáculo para el desarrollo de la autoestima en niños con dificultades; reconoció sus dificultades con sus propios hijos adolescentes, el agotamiento de la paciencia, la dificultad de comunicación.. Frente a estas dificultades propuso modelar con el ejemplo. Y propuso la búsqueda de estimulación para el desarrollo mental e intelectual de los niños en actividades no tan académicas, como el arte o el deporte. Reivindicó la necesidad de permitir que los adolescentes tengan tiempo para desarrollar aspectos de su personalidad o competencias extra-académicas. A la famosa frase de Howard Gardner “¿ Quiere potenciar la inteligencia de su hijo? Averigüe qué le apasiona “añadió Elisabeth la necesidad de tiempo para desarrollarlas. Insistió en esta línea en ayudar al niño en desarrollo a encontrar aquello que le gusta y en lo que es competente, para valorarle, para que así se valore, crezca en seguridad y pueda desarrollar su verdadero potencial.

Del rol de los padres y de los profesores, y de su difícil tarea, destacó también la necesidad de ser consciente de las propias emociones, de las reacciones que el comportamiento del niño genera en uno mismo y de la necesidad de intentar comprenderse, conocerse, como camino para el autocontrol y la conducta reflexiva. Este sería el mismo camino que necesitan los chicos, una educación emocional que les permita reconocer y manejar sus emociones adecuadamente.

Para finalizar, tras agradecer a los ponentes, quiso recordar el reto que el mundo laboral actual y futuro supone también para una educación planificada para unos trabajos que ya no son exactamente los que los niños que ahora estudian tendrán que desarrollar en el futuro. Parece que cada vez se requerirán más capacidades de liderazgo, creatividad, capacidad de globalización y de emprender proyectos nuevos, habilidades no especialmente contempladas en la educación actual. Enfatizó la necesidad de un giro en la educación hacia desarrollos más humanos y participativos.

Mara Parellada, psiquiatra de niños y adolescentes, introdujo algunos aspectos del desarrollo bio-psico-social del adolescente. Por ejemplo, la tardía maduración de la capacidad para controlar los impulsos respecto al propio incremento de la impulsividad/agresividad que suele suceder a la pubertad. Explicó algunos aspectos del desarrollo del cerebro, habló de la gran plasticidad del cerebro para estructurarse en función de las experiencias vividas y no solo de los genes. Habló de las necesidades evolutivas esenciales del adolescente, como el desarrollo de la identidad, la necesidad de autonomía y autoafirmación, el gran desarrollo de la capacidad de interacción social, la necesidad de pertenecer a un grupo y de ser validado por él…. Habló someramente sobre la situación actual en España de la escolarización, el amplio porcentaje de personas que están por debajo del nivel académico esperado por su edad (un 40% a los 15 años), de la escasa motivación para estudiar por parte de los estudiantes españoles; los estudiantes españoles hoy en día estudian más por lo que eso puede reportar en beneficios (título, trabajo, dinero), que por la satisfacción de aprender o la realización personal; los estudiantes, por ejemplo, en un estudio nacional reciente, consideran menos importantes los estudios que el ocio.

Mara debatió algunos retos de los sistemas educativos actuales. Uno fundamental es preparar a los niños para el futuro, para el trabajo, para la vida moderna; otro es integrar a las personas con un desarrollo atípico- el bienestar social de una sociedad se mide en parte por su capacidad para escolarizar a todos los individuos hasta un nivel determinado que se considera mínimo, actualmente la educación secundaria. Solo si el sistema se flexibiliza para incluir a los diferentes, se cumplirá este deseable objetivo. Encontrar en cada persona sus mejores capacidades para desarrollarlas; evaluar y valorar a las personas por muchas más habilidades que las puramente académicas; preparar a los niños para la vida, no necesariamente para la Universidad, es un reto. Hacer cercano el mundo laboral a los niños, que lo conozcan, encontrar o despertar su vocación (aquella inclinación natural que está en la mayoría de las personas), favorecer el autoconocimiento, son habilidades aprendibles que tienen cabida perfectamente en el medio escolar.

El Dr. Miguel Moreno, también psiquiatra de niños y adolescentes, repasó las especiales dificultades que el niño con TDAH puede encontrarse al llegar a la adolescencia. Junto con los propios retos de la adolescencia común, el que además padece de hiperactividad va a tener más dificultades académicas y más riesgos interpersonales y sociales. A nivel académico, añadidas a las consabidas dificultades ejecutivas (de atención, concentración, planificación, jerarquización, organización del tiempo, etc) se añadirá el lastre de los fracasos previos. En lo social, la impulsividad marcará la posibilidad de caer con más posibilidad en actividades de riesgo que otros. El grupo es muy influyente en los adolescentes; los que padecen TDAH quizás no tienen grupos de amigos tan consolidados y son más propensos a conocer a muchas personas, de manera más superficial. Miguel repasó de manera muy exhaustiva todas las posibles herramientas para ayudar al niño a desarrollarse de forma completa a través de la adolescencia, hasta la edad adulta.

Fátima Sánchez, responsable del Área de Educación de la Fundación Botín realizó una introducción sobre los programas de educación que se están llevando a cabo en Cantabria desde hace varios años. Explicó que la Fundación Botín desarrolla en estrecha colaboración con la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria un programa de innovación educativa en 100 centros escolares de la región (900 docentes, 20.000 alumnos y familias), llamado Educación Responsable. Resumió el espíritu de sus proyectos como la realización de intervenciones educativas dirigidas a promover el crecimiento saludable desde la infancia, potenciando el talento y despertando la creatividad de niños y jóvenes para ayudarles a ser autónomos, competentes, solidarios y felices. Los objetivos del programa son favorecer el desarrollo madurativo integral (emocional, cognitivo y social) de los 3 a los 16 años; incrementar los niveles de calidad educativa y mejorar el clima de convivencia en el centro; promover la comunicación entre educadores, alumnos y familias. Este programa ayuda a que niños y jóvenes aprendan a conocerse y confiar en sí mismos; comprender a los demás; reconocer y expresar emociones e ideas; desarrollar el autocontrol; aprender a tomar decisiones responsables, y valorar y cuidar su salud.

Posteriormente resumió los resultados de un proyecto específico de educación responsable que se ha desarrollado en Cantabria de forma sistemática y con una evaluación independiente anterior y posterior a la implementación del proyecto. La intervención consistió en la formación de los profesores (73 docentes, 1.102 alumnos) de 3 centros, en temas de educación responsable, su implementación durante 2 cursos y la evaluación psicológica y pedagógica de los alumnos antes y después del programa. Se utilizaron además 3 centros en los que no se implementó ningún programa, como controles para comparar los efectos del programa. La evaluación final de los alumnos (que entonces tenían una media de unos 15 años) mostró una mejoría en la capacidad para identificar y diferenciar las propias emociones y el uso de estrategias para reparar los estados emocionales negativos, en el comportamiento asertivo y en la reducción de los niveles de ansiedad experimentados. Además, se apreció en este proyecto que el profesorado se encontraba muy satisfecho con los resultados obtenidos pese al esfuerzo invertido, especialmente con la mejora del clima de aula y la comunicación con sus alumnos. Valoraron muy positivamente los cambios organizativos y metodológicos producidos en el aula y en el centro, así como el carácter innovador de las intervenciones. La mejora en el clima escolar se relacionó con mejor rendimiento de los alumnos.

Fátima terminó explicando los objetivos de la Fundación Botín de hacer visibles sus resultados y crear una red de intercambio de ideas innovadoras en educación, que de momento tiene su expresión en dos páginas web dependientes de la Fundación, donde educadores, profesores o instituciones pueden colgar sus experiencias pedagógicas para compartirlas con los demás.

Tras un amplio turno de intervenciones por parte de los profesores asistentes, dimos por terminado el curso, con gran satisfacción por los resultados apreciados.